martes, 7 de febrero de 2012

El fino hilo entre el amor y la nostalgia.


Podría apostarle al destino que puedo vivir sin ti, pero no quiero arriesgarme a perder el dulzor de recordarte.

Tenemos una historia que quedó incompleta. Quizás entre tantos caminos que hemos recorrido, olvidamos finalizarla. ¿Cuándo fue la última vez que nos sonreímos? ¿Noviembre, octubre? ¿Quizás septiembre? No lo sé, cuando uno se enamora, pierde la noción del tiempo.

Recuerdo que antes, cuando todo estaba bien, te contaba todo. Cómo dormí, qué desayuné, sobre mi trabajo, mis estudios, sobre mi vida. Y tú igual. Sabíamos todo del otro, pero… ¿dónde quedó esa linda costumbre?

Darnos la espalda no fue nuestra mejor idea; ese hueco que dejamos en nuestra historia está comiéndose mi alma, siento que cada día pierdo un pedacito de mi esencia. Y siento que a ti te pasa lo mismo, no lo sé, y no puedo afirmarlo con seguridad, pero mi corazón lo siente. Estamos íntimamente unidos, más allá de los besos, de la picardía de nuestras sonrisas, más allá de las lágrimas que nos negamos a mostrarle a la gente. Es un lazo transparente, pero fuerte y hay algo en nuestras vidas que mantiene intacto el último hilo.

Estoy segura de que no te amo. Ya dejé de anhelar tus besos y tu dulzura. Pero… te extraño. No eras solo mi amante, también mi mejor amigo. Veo tus fotografías, esa radiante sonrisa y me siento amarga, sola. ¿Qué pasó con ese optimismo que me invadía sabiendo que seguíamos juntos?

Y no, no te amo, no te necesito, no te anhelo, pero cómo te extraño… Y siento que a ti te sucede lo mismo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿te has enamorado?